¿Qué es la innovación social y cómo identificarla?

La innovación social persigue la construcción de sistemas sociales, económicos, culturales, políticos que generen prácticas justas y sostenibles. A menudo se lleva a cabo a través de procesos basados en la experimentación, pero siempre desde un enfoque colaborativo, y contando con colectivos muy diversos.

En 2010 la Comisión Europea destacó:

“La innovación social consiste en encontrar nuevas formas de satisfacer las necesidades sociales, que no están adecuadamente cubiertas por el mercado o el sector público… o en producir los cambios de comportamiento necesarios para resolver los grandes retos de la sociedad… capacitando a la ciudadanía y generando nuevas relaciones sociales y nuevos modelos de colaboración. Son, por tanto, al mismo tiempo innovadoras en sí mismas y útiles para capacitar a la sociedad a innovar…”

La innovación social puede presentarse de forma perfectamente específica o combinada en diferentes ámbitos: empleo, salud, medioambiente, tecnología, atención a personas dependientes, despoblación, envejecimiento…

Impulsores de innovación social

Los principales actores son emprendedores sociales, gobiernos y administraciones públicas, organizaciones sin ánimo de lucro, empresas, entidades del Tercer Sector… Pero también puede ser generada por movimientos sociales e incluso individuos particulares.

Las soluciones que desarrollan tienen, a menudo, una naturaleza híbrida y se generan colaborativamente entre más de un tipo de agente.

Identificarla correctamente

Para ayudar a definir mejor los proyectos de Innovación Social es importante conocer sus peculiaridades, aquello que demuestra su carácter social e innovador:

  • Buscan un cambio sistémico y social a largo plazo, que sea duradero y sostenible.
  • Suelen ser productos híbridos compuestos de soluciones preexistentes.
  • Se basan en enfoques colaborativos y empoderan a la ciudadanía.
  • Responden a demandas sociales no cubiertas tradicionalmente por el mercado.
  • Suelen dirigirse a grupos vulnerables de la sociedad.
  • Impulsadas por una misión social.
  • Generan nuevas relaciones sociales entre personas sin contacto directo.
  • Ven una oportunidad en los desafíos.

Para saber si estamos ante una solución novedosa, y no una mejora de algo que ya existe, debemos hacernos las siguientes preguntas:

¿Estamos adoptando un nuevo enfoque a la hora de abordarlo?

¿Existe un verdadero problema social al que dar respuesta?

¿Esta solución tiene más impacto que otras que tratan de dar respuesta al mismo problema?

¿Es más sostenible?

¿Más ética que otras?

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